jueves, 17 de marzo de 2011

Ciencia en Babel

Al parecer Enfermería es una profesión y el Enfermero es un profesional. Profesional es aquel que tiene facultad como consecuencia de aplicar unos conocimientos, una ciencia propia. Existe o debe existir,por lo tanto, una ciencia enfermera que sustente la reconocida facultad de nuestra profesión.

Detengámonos a considerar una consecuencia directa de esta afirmación. La base del pensamiento racional son los conceptos abstractos. Esto conceptos se identifican con palabras cuyo conjunto articulado llamamos lenguaje. Sin un lenguaje, por rudimentario que fuera, no podría darse ningún tipo de pensamiento verbal del que derivar ninguna filosofía ni ciencia. Por lo tanto si suponemos una ciencia enfermera esta debe derivarse de un pensamiento enfermero previo y este, a su vez, no podría darse sin un lenguaje enfermero válido. Hablamos de una función imprescindible del lenguaje que excede, que antecede, al uso seglar para la comunicación entre profesionales. Esto es, la propia conceptualización de los hechos con una clara identidad enfermera, cuyo logos es el cuidado de las respuestas humanas inadecuadas.

Por supuesto esta necesidad de un lenguaje profesional propio, generalizado y único, para el desarrollo de esta ciencia en ciernes que sigue siendo la Enfermería, ya se observó antes incluso de la aprobación de las leyes que establecen la profesionalidad de la disciplina. El colectivo de Enfermería en España, representado por su organización colegial en colaboración con el Ministerio de Salud y Consumo de la época, comenzó a desarrollar el proyecto de Normalización de la Intervenciones par la Práctica de Enfermería (NIPE). Para poder desarrollar planes de cuidado estandarizados hubo de recurrir a un lenguaje también estándar que resulto ser el NNN. Estas siglas hacen referencia a los Diagnósticos Enfermeros NANDA (North American Nursing Diagnosis Association), Resultados NOC (Nursing Outcomes Classification) e Intervenciones NIC (Nursing Interventions Classification).

Desde entonces la profusión de literatura científica sobre y en base a NNN da una idea de la validez y aceptación de este sistema terminológico. Por si esto fuera poco, recientemente se ha aprobado el Real Decreto 1093/2010, de 3 de septiembre, por el que se aprueba el conjunto mínimo de datos de los informes clínicos en el Sistema Nacional de Salud en cuyo anexo VII se establece la obligatoriedad de codificar en el informe de cuidados de Enfermería los Diagnósticos con NANDA, los resultados con NOC y las Intervenciones con NIC. Oficializando de hecho este lenguaje en el territorio español.

Tenemos razones, por tanto, para hablar de un lenguaje, un idioma oficial enfermero. No es un lenguaje natural formado por el uso a los largo de los años, es un lenguaje artificial, cuyas palabras el colectivo desconoce. Debería explicarse, no obstante, que el nuevo lenguaje no supone una modificación de la práctica diaria, sino de su conceptualización y registro. Además un lenguaje no se forma exclusivamente de palabras, sino de una gramática que las articule y en este caso vendría dada por el proceso de atención de enfermería (PAE) que si nos es familiar. Entre las fases de Valoración, Diagnosis, Planificación, ejecución y evaluación, se insertaran los Diagnósticos NANDA, resultados NOC e intervenciones NIC. Consideremos brevemente cada uno de estos grupos de palabras y su manejo.

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